De color castaño a caoba, su aroma presenta una
gran variedad de matices, conjugándose armónicamente las notas características
de amontillados y olorosos con otras cítricas, que recuerdan a la naranja
amarga, y lácticas, como la mantequilla fermentada. Su paladar resulta a la vez
redondo, profundo y voluminoso, presentándose las notas aromáticas en el
retro-gusto con una expresión su ave y delicada, en un final placentero y
duradero.
LA VENENCIA
La venencia es el instrumento que da nombre al
oficio de venenciador.
Aunque su origen no está claro, algunos autores lo sitúan en la antigüedad. En
el museo de Arte Histórico de Viena se conserva una cerámica griega en la que
aparece reproducido un efebo que maneja un instrumento de asombrosa similitud
con nuestras venencias actuales.
Según los historiadores, se trata de una crátera del
año 490 a.C
en la que se muestra a un escanciador que sirve vino a Aquiles, portando un
colador en la mano izquierda (necesario para eliminar las impurezas de aquellos
vinos) y una especie de venencia en la derecha.
El nombre de este instrumento está directamente
relacionado con su tradicional función en las compra-ventas de vino, en las que
era siempre necesario sacar una muestra del producto objeto de la transacción
para llegar a una "avenencia" o acuerdo sobre su precio.
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