Esto fue siglos antes de que Luis Pasteur descubriera las bacterias responsables del deterioro del vino. Entonces, sin conocer la razón científica, los holandeses habían constatado pragmáticamente que el azufre –agente antibacteriano- ayudaba a la conservación del vino. Y gracias a tales métodos, contribuyeron así a mostrar que el vino de Burdeos no necesitaba ser bebido joven y al contrario, ganaba mucho al añejar.
El término "contiene sulfitos" es una mención obligatoria en las etiquetas de vinos. Viene en relación con el empleo del anhídrido sulfuroso como antiséptico en la elaboración de vinos.
La mecha de azufre y amianto (Pajuela) suspendida de un alambre, se quema en el interior de la barrica de madera, con el fin de garantizar la conservación de los toneles vacíos después del lavado y a la espera de rellenarlos nuevamente.
El sulfitado (SO2) en la vinificación también previene la oxidación de mostos y vinos y entorpece e impide la actividad de las bacterias, en primer lugar, y si la cantidad es abundante, también de las levaduras.