CATA VERTICAL



“Cata de varias botellas de un mismo vino pero de diferentes añadas. Es muy didáctica y permite identificar la personalidad del pago o terruño a lo largo de los años”

El clima y la tierra son los dos factores, además del ser humano, que más influyen en esa personalidad, y gracias a este tipo de cata se pueden apreciar las huellas que uno y otra dejan sobre el producto final.


La tierra es la misma, pero cada año el viñedo va haciéndose mayor, va cambiando, y las uvas, si el terreno es bueno, van ganando en expresión, lo que luego se convierte en complejidad en el vino.

El clima, el tiempo que hace a lo largo del año en que las uvas crecen en la viña, también va añadiendo un punto más de complicación: no es lo mismo un vino resultado de una añada calificada por los enólogos como “fría” que otro perteneciente a una más “cálida”.

Puede ocurrir que el vino no se haya elaborado todos los años, por cuestiones de calidad sobre todo. O no eran cosechas suficientemente buenas, hubo granizos u olas de calor a destiempo que afectaron a la calidad de las uvas.

Pero hay muchas más razones por las que ponerse un día, si se puede, a hacer una de estas catas con amigos. Es la historia de un vino embotellada.